Antes de empezar
¿Cuál es mi objetivo?
¿De qué presupuesto dispongo?
¿Qué tiempos manejo?
¿Voy a confiar en el equipo de diseño?
¿Qué es un briefing?
El briefing es un documento que recoge la información necesaria para abordar el encargo. Conviene tenerlo por escrito porque es la guía que llevará a buen puerto el diseño y sirve como marco de validación del trabajo realizado. Un buen briefing debe contener al menos tres puntos claves con información sobre la empresa, el mercado y el propio encargo.
Descripción de la empresa
Información global y antecedentes dela empresa, así como su actividad, mercado, posicionamiento y valores.
Mercado
A quién va dirigido el producto o servicio de la empresa, funciones, atributos y beneficios, cómo convive con el resto de oferta de la empresa, si debe cumplir alguna regulación, etc.
Encargo
Qué motiva este proyecto en la empresa, qué se quiere lograr con él, qué nicho de mercado se desea cubrir, qué propuesta de valor aporta…
Dirección y control de los proyectos
Comunicación
Comunica el objetivo de contratar diseño. El porqué y el para qué. Antes de iniciar el proyecto, prepara un completo briefing. La relación con el equipo de diseño debe ser fluida y sincera. Puedes exigir la confidencialidad que creas oportuna, pero es preferible que no ocultes información útil para el proyecto.
Tiempo para crear
El diseño es un trabajo creativo, para el que hace falta un buen análisis de la información y mucha dedicación para encontrar un enfoque eficaz, original y viable. Confía en el proceso creativo del equipo de diseño y dale tiempo para crear.
Toma de decisiones
Si eres la persona responsable de llevar la dirección y control del proyecto es recomendable que tengas total capacidad de decisión. Habrá momentos de toma de decisión que van a influir de forma definitiva en el rumbo del trabajo y, por tanto, en el resultado final.
Valoración objetiva
El diseño debe responder a los requerimientos del briefing y ese es el patrón con el que hay que juzgarlo, dejando a un lado los gustos personales. Te invitamos a dejar los prejuicios fuera. Recuerda que el diseño es innovación.
Escucha activa
Todas las opiniones son aceptables, pero no todas son buenas. Debes sopesarlas. Te instamos a diferenciar las opiniones válidas de las dictadas por la comodidad.
Planificación
Según la complejidad del proyecto, acuerda previamente con el equipo de diseño un plan de trabajo que recoja las diferentes fases y algunas reuniones. A mayor complejidad, más reuniones. Junto al calendario debe detallarse lo que se va a diseñar y presentar: bocetos, planos, maquetas…
Coordinación
Crea un buen equipo de trabajo. Facilita el contacto entre el estudio de diseño y tu departamento de producción, o tu departamento técnico o de comunicación. Asegúrate de que va a haber total colaboración y una buena actitud para admitir la innovación.
Previsión
A medida que avanza el proyecto pon en marcha las tareas complementarias no solo para la fabricación, sino para el lanzamiento, la promoción o la distribución. Acuérdate de registrar la marca, el nombre del producto, los diseños… Ante cualquier modificación posterior, por pequeña que sea, llama al equipo de diseño, puesto que la autoría es suya.
Aprendizaje
Cuando el proyecto termine haz un análisis de cómo se ha desarrollado. Estudia qué aspectos han funcionado y cuáles no. Esta es la forma en que mejorará la capacidad de dirigir y controlar nuevos proyectos y un modo de obtener beneficios adicionales.
Evita los concursos especulativos
Llevar a cabo un proceso de contratación apropiado en diseño asegura un resultado único, eficaz y competitivo, acorde a las necesidades y valores de la entidad interesada. El uso de prácticas especulativas, en las que se solicitan trabajos de diseño sin remuneración, perjudica directamente al sector creativo, pero, también, a quien las propone.
La empresa u organización se arriesga a recibir un proyecto de dudosa garantía profesional, a un coste que puede acabar siendo mayor que el correspondiente a un encargo justo. Las decisiones erróneas no son ni fáciles ni baratas de revertir. Recomendamos contar con equipos y profesionales del diseño con quienes construir una relación laboral basada en la confianza y trabajo en equipo.
¿Por qué rechazar prácticas especulativas?
Riesgo de plagios
No hay garantías de que el proyecto elegido no sea una copia. Es frecuente la falta de originalidad o enfrentamientos por plagio con la consecuente pérdida económica por la retirada de un proyecto ya implementado.
Poca efectividad
Carecen de estrategia con la que dar respuesta eficaz a las necesidades de la empresa. Tampoco permiten que el equipo de diseño se involucre plenamente en el proyecto y acabe ofreciendo a su cliente una inversión rentable.
No garantizan calidad
Quienes piensan que tendrán más donde elegir deben saber que en la mayoría de las ocasiones, y debido a la baja calidad de lo presentado, se acaba eligiendo “el menos deficiente”, no el mejor.
Atraen a perfiles aficionados
¿Quién puede permitirse trabajar gratis? Nadie que sea profesional. Por ello, quienes se presentan a estos concursos especulativos son perfiles aficionados que ponen en riesgo un resultado final adecuado.
Mala comunicación
Se pierde la posibilidad establecer relación entre contratante-equipo de diseño que permite una comunicación fluida donde entender y conectar con la otra parte. Es muy probable que surjan malas interpretaciones o conflictos que terminan afectando al trabajo.
Pérdida de control
No permite asumir la toma de decisiones del proyecto que determinan el rumbo del trabajo y solución final. Quienes creen que es más barato deben valorar los casos frecuentes en los que no se satisface al completo los objetivos y el problema queda por resolver.